CINE: MI GRAN BODA GRIEGA I Y II

Y después de las vacaciones y con las pilas recargadas, llega el momento de volver al blog con películas y series que me he visto este verano. 

Me encantan las películas de amor, y si encima tienen momentos cómicos, mejor que mejor. Sí, lo sé, soy una romanticona incurable y a mucha honra. Soy de las que esperan que el amor de tu vida llame a tu puerta con un ramo de flores y te jure amor eterno. La persona que desea que los sueños de cada uno, sean trabajo, amor, ... se cumplan y podamos ser felices a nuestra manera. Me gustan las mujeres fuertes, llenas de energía, pero que no dejan de lado el amor, por sentirse moñas, si no que lo abrazan bien fuerte para no dejarlo escapar y así, sentirse más completa si cabe.

Y por ello, una peli que me gusta, una peli que me encanta y una peli que veo de vez en cuando para echarme unas risas es: Mi gran boda griega. Hoy os traigo una entrada donde os hablaré de las dos películas, porque me he dado cuenta que nunca os traje la crítica de la primera parte. 

Así que... Empecemos.

Todos los miembros de la familia Portokalos están preocupados por Toula. A sus treinta años sigue soltera y trabaja en el restaurante griego de sus padres. Pero es que Toula aspira a algo más y está dispuesta a conseguirlo. Su familia, por desgracia, no.

Lo único que necesita Toula para cambiar su vida eran unas cuantas clases de informática, un par de lentillas y adoptar otra actitud. Cuando empieza a trabajar en la agencia de viajes de su tía, un apuesto desconocido se siente atraído por ella. Es Ian Miller, un profesor de instituto alto, guapo y sin una gota de sangre griega.

Pues sí. He visto esta película un millón de veces y es que puede que no sea un peliculón de los que pasa a la historia, pero me gusta mucho. La historia es divertida y nada pretenciosa, solo quiere que el espectador pase un buen rato mientras te enseña las diferencias entre los griegos afincados en américa y los propios americanos.

Aquí conocemos a Toula, una chica griega que no le gusta su vida, pero se ha conformado en ser la hija que ayuda en el restaurante. La solterona y fea que nunca se casará y aguanta todas las cosas que le dice su padre. Pero un día la cosa cambia. Está en el restaurante y entran dos tipos y parece que uno de ellos le gusta. Y supongo que el que la vea de esa manera tan desaliñada, ayuda a que Toula espabile y se dé cuenta de que no quiere conformarse, quiere ir a por lo que más quiere, una nueva vida, ser una nueva persona, pero sin dejar de ser ella. Y así, con un cambio, no solo de imagen, si no de actitud, Toula se deja conocer un poco mejor. Y aunque reniegue de su familia (grande, cargante, pesada, se meten donde no les llaman, se ven demasiado y nunca se cansan) es su familia y los quiere. Esto último lo entiendo perfectamente y es que vengo de una familia grande y ruidosa, pero me encanta pertenecer a ella.

¿Al final Toula conseguirá lo que quiere? No sé si la has visto o no, pero de verdad tengo que decirlo??? Esta comedia, en su momento dio que hablar. Fresca, divertida, con un toque de humor haciendo una autocrítica (pues es la propia Nia Vardalos la que escribe el guión) a los griegos que viven en América. Los que adoran el país pero tienen sus propias costumbres y no las cambiarían por nada del mundo.

Lo que más me gusta de esta comedia es que no solo el amor entre un hombre y una mujer es fuerte si uno se empeña. Si no que la familia, el amor que sienten, puede ser puro y honesto. 

El padre de Toula es de lo mejor de la película. Siempre con el limpiacristales cerca para salir de cualquier urgencia. Además de "enseñarnos" que los griegos son los más listos y lo más todo del mundo, pues todas las palabras, sea cual sea, procede del griego. Él seguro que te lo dice.

El novio de Toula. El "sacrificio" que hace para caer bien a la familia. ¿Un no griego casándose con una griega y entrando en la familia? Todo un despropósito. Pero el no cesa en su empeño de estar con la mujer que le gusta. Pues no todo el mundo se dejaria hacer cosas como él. Yo no me meto en la piscinita y me bautizo por nadie.

Los dos vienen de mundos distintos, de familias opuestas (como he dicho, la familia de Toula es grande, ruidosa, metomentodo. En cambio la de Ian es pequeña, poco avenida y totalmente opuestos).

En fin, una comedia que te hará pasar un buen rato y con toques de humor que te harán, como mínimo, sonreír.

Ahora os hablaré de la segunda parte:

La familia Portokalos está de vuelta. Han pasado 14 años desde que Toula e Ian se casan. Ahora la pareja intenta sacar un poco de tiempo para ellos y tener alguna que otra cita romántica. Mientras lidian con Paris, su hija adolescente, que ha crecido y quiere irse a una universidad que esté lejos de su sobreprotectora familia, que la sigue a todos lados. Y es que la joven necesita un poco de aire.

La familia descubre un secreto: el sacerdote que ofició la boda de los padres de Toula se olvidó de firmar el certificado de boda y no están casados. Así que Gus y Maria deberían volver a casarse y esto nos trae esta nueva comedia de enredos y risas.

Esta segunda parte aparecen todos y cada uno de los personajes de la primera parte. Se nota el tiempo que ha pasado y es que 14 años no es moco de pavo. La que pensé que no saldría, pero está igual que en la primera es la yaya griega, que me encanta. 

Ahora Toula e Ian tienen vidas muy distintas. Él es director del instituto donde estudia su hija y Toula ha vuelto a trabajar en el restaurante con sus padres. Intenta estar presente en la vida y actividad de su hija, tanto es así, que ella se siente agobiada, porque aunque Toula siempre quiere hacer lo correcto y que su hija decida por sí misma, la familia no lo cree así y siempre estará presente en las decisiones de Paris.

Ian y Toula también necesitan tiempo para ellos y es que se centran demasiado en otras cosas y quieren volver a ser una pareja. Ya que antes de padres fueron novios. Luego están los padres de Toula. El padre, Gus, encuentra el certificado de matrimonio y ve que no está firmado. Cuando le pide al cura de su parroquia que lo haga, le dice que no puede hacerlo si no vuelven a casarse y a partir de ese momento empiezan los enredos de esta gran familia.

Como he dicho antes, el tiempo pasa para todos y los personajes han evolucionado con los años, aunque algunos de ellos, siguen teniendo la misma personalidad, sus arrugas y mucho, mucho botox hace que los veas como la gran y unida familia que son.

Puede que sea un esperpénto. Puede que no sea tan buena como la primera y puede que mil cosas más. Pero la verdad, me gustó. Claro que no es como la primera y los personajes, viéndolos en "alta-calidad" se les nota llenos de operaciones y arrugas. Pero eso no quita que sea la familia Portokalos. Esa familia ruidosa, que no querrías tener cerca, porque te abochornaría y es que eso es lo que le pasó a Toula en la primera parte y ahora le pasa a Paris que se debate en la gran decisión de si quedarse en una universidad cerca de casa o marcharse lejos de ellos.

Otra comedia para pasar un buen rato y es que si te gustó la primera parte, no dudo en que te encantará volver a ver los enredos de esta familia griega tan bien avenida.