martes, 17 de enero de 2012

Suerte vuelve...(9)

Al día siguiente por la mañana Ana se presentó en mi casa. No sé como puede tener una energía tan arrolladora a primera hora del día.

Mientras me duchaba pensaba en todo lo que me había pasado en tan solo 48 horas. Pasar de ser inmensamente rica y feliz y terminar aquí, en la ducha, sola, abandonada... y lo peor, ¡arruinada!, pero así era.

Después de desayunar y poner, por enésima vez, verde a mi ex y a su nuevo ligue, nos dirigimos al bufete. Teníamos que mirar cuál era el paso a seguir. Cómo podía denunciarlo y esas cosas. Pero la verdad es que Jordi no fue nada simpático, pues sabía que mi marido era muy listo y que no se podía hacer nada...

- No digas eso, algo podremos hacer. No podemos dejar que le haga esto. - Ana estaba más indignada que yo, si cabe. - ¡No me lo puedo creer! la engaña, la estafa, la abandona y ella no puede hacer nada... ¿En serio?
- Se me ocurre - Jordi buscaba cualquier cosa que a su mujer le pareciese bien - que podrías ir al banco donde tenéis la cuenta. Me dijiste que era conjunta.
- Sí. Así es. - Estaba verdaderamente turbada por la situación.
- ¿Tienes, igualmente, alguna cuenta para ti sola?
- Sí, tengo una cuenta para mis caprichos. Pero ahora mismo creo que no tengo más de 2000€.
- Bueno, algo es algo....
- Tenemos que ir ahora mismo al banco. -Ana estaba impaciente. Era un culo de mal asiento y no podía estar quieta en un sitio más de diez minutos.
- A ver - Jordi era más pausado, más tranquilo e intentaba que su mujer no me pusiera histérica. -Para sacar tanto dinero tiene que hablar con el director del banco y siendo una cuenta conjunta, lo más seguro es que pidiesen algo como que tu también fueses.
- Nunca he ido al banco. La verdad es que yo no llevaba el tema financiero.
- Eso no es bueno. Pero igualmente tuvistéis que ingresar el cheque que te dieron, ¿verdad?
- Sí, pero lo que hice es firmar un papel que me dio para que él pudiese hacer ese trámite por mi. Yo solo tengo el número de cuenta para poder ver los movimientos por internet y la tarjeta para poder ir de compras o para el cajero. Como ayer.... - pensar en el día anterior me dejaba exhausta. - Parezco estúpida. Le confié todo lo que teníamos y él me deja con 10€
- ¿Sigues con esa cantinela? Te estás volviendo una amargada. - Ana no dejaba que mostara ningún símbolo de debilidad. - Hay que reponerse y seguir con lo que estamos haciendo. Intentar solucionar esto.
- Ahora que pienso.... - me vino algo a la mente - si vosotros sois amigos te habrá dado la forma de contactar con él. - Jordi al oír eso estaba tenso, blanco como el papel, no osaba a mirarnos a la cara. Ana lo supo, nos estaba ocultando algo.
- Querida, necesito hablar con mi marido - Ana me miraba fríamente, sin mover un músculo, pero sabía que me decía "lárgate ahora mismo".
- Por supuesto. Saldré a por un café. Te espero fuera.


 

En cuanto salí del despacho oí como una silla caía al suelo. Pensé en entrar para saber si Jordi estaba vivo, pero la verdad, me daba exactamente igual, después de todo, seguía ocultándonos cosas y seguramente importantes.
Fui a la máquina de cafés, donde me encontré con la recepcionisa borde. Me miró de arriba abajo, cogió su café y se marchó a su sitio. Por supuesto, lo primero que hizo fue llamar a alguien y cuchichear mientras me miraba. ¡Que ganas tenía de matarla!.

A los 10 minutos salió Ana del despacho, parecía un huracán, llevándose a todo lo que se le ponía por delante. Hasta llegar a la sala de cafés, donde la esperaba, vi como arrollaba a dos chicos que iban de camino a una reunión, como le decía cuatro cosas mal sonantes a la recepcionista (claro se acuesta con su marido. Al fin veo que no es de hielo) y como, sin pararse, me llamaba para que nos marcháramos. Cuando me metí dentro del ascensor, vi como la recepcionista tenía los ojos vidriosos. Seguro que iría a consolarse con Jordi.

Teníamos que ir al banco. De camino allí no hablé con Ana, me daba miedo preguntar si había matado a su marido. Por suerte, cuando llegamos al banco estaba más calmada y justo antes de entrar me dijo que fuera firme con todo y que no mostrara debilidad, si no, me comerían. Así que me armé de valor, como hacía al entrar en una reunión, lo que hacía cuando alguien venía a mi despacho. 0 debilidad, 100% fuerza interior.

Cuando llegué a la ventanilla, pedí amablemente que me guiaran hasta el director de la oficina. Por supuesto, el chico que me atendió me dijo que estaba reunido. No me achanté. Al contrario, la vieja Alicia había vuelto y quería quedarse. Así que sin montar un escándalo, pero con la voz suficientemente alta para que todo el mundo me escuchara, le dije aquel chico que sí o sí tenía que hablar con el director, pues ese banco era cómplice de un robo millonario y que iba a ir a denunciarlos a la policía. En menos de un segundo el director apareció y me pidió que entrara a su despacho. Mientras íbamos tras él, Ana me miró y me dio su aprobación por como me había comportado. Me sentí genial.

Cuando entramos en el despacho estaba eufórica, tenía que seguir con el plan. Ser implacable, fuerte, no mostrar debilidad. Ana estaba allí para que lo recordara.

Empecé a contarle lo que había pasado y diciéndole lo indignada que me sentía por lo que había pasado. El hombre, en cuestión, no sabía quien era y cuando por fin se dio cuenta, se le desencajó la cara. No se podía creer que yo fuese quien soy. Tuve que enseñarle mi carnet, la cuenta bancaria,... TODO, para que me creyese.
Cuando eso pasó, me contó que unos días antes mi ex había ido con su mujer, bueno quien él creía que era su mujer para recoger el dinero de la cuenta. Con la excusa de, "no quiero cerrar la cuenta del todo, por que esto es solo temporal....", dejó 10€ para que yo supiese que estaba arruinada.

No me lo podía creer. ¿Pero hasta qué punto mi marido era un desconocido para mi?, no podía llorar, ni mostrar debilidad, si no Ana me mataría, pero qué ganas tenía de salir corriendo de allí. No podía hablar, no sabía que decir. Ana se dio cuenta, se presentó como alguien importante y empezó a hacerle preguntas. Por lo visto la mujer enseñó el pasaporte y ponía que era yo. Él no tenía por qué pedir más, nunca me había visto, no sabía como era yo.

Salimos de allí con toda la documentación. Teníamos que llevarla al bufete, pero no sabía si Ana estaría dispuesta.
Por supuesto es toda una señora y no se iba a amilanar por lo que había ocurrido. De camino allí, me explicó todo. Le dio un ultimátum a Jordi, o me ayudaba al 100% a encontrar a mi ex, o ella le dejaría con los pantalones bajados después del divorcio. Él no dijo nada, se puso a teclear, para intentar saber como localizarlo.

Jordi nos esperaba en el despacho. Ana había preferido esperar fuera, no quería que su marido se pusiera más nervioso. Yo no tenía tiempo que perder, así que hablé directamente con él. Le pedí que me ayudara, que tenía que darse cuenta de que todo aquello estaba mal.
Por supuesto que se daba cuenta. Me contó que le había enviado un mail a mi ex. Estaba tan enganchado a las nuevas tecnologías que no podía vivir sin conectarse a internet. Después me contó que con lo que le contara en el mail y con lo que tenía del banco tenía que ir a la policía, para poner una denuncia a mi ex y a la mujer que va con él.

El día pasó deprisa. Jordi me llamó a media tarde, mi marido le había mandado un mail con fotos de los dos en un hotel de lujo. Me hervía la sangre, no podía pensar, necesitaba evadirme de todo. Cogí una botella de vino, la abrí y empecé a beber sola. Lo sé. Lo peor que puede hacer una persona es beber sola, pero lo hice. Cuando estuve suficientemente borracha empecé a romper fotos, cuadros, recuerdos,... No quería tener nada de él.

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Al día siguiente, con resaca, me presenté en el despacho. Jordi me esperaba con el dossier preparado para la policía. Pero me guardaba una sorpresa.

- No voy a ser tu abogado. - me dejó muerta.
- Pero....
- Antes de que digas nada. Tu abogado será mi jefe. El mejor que conozco. Yo no puedo serlo.
- No lo entiendo.
- Voy a ir contigo a la policía. Ayer por la noche me di cuenta de que tenía que asumir mis responsabilidades. Voy a contarle a la policía todo lo que sé, para que eso te ayude. Por eso no puedo serlo. ¿Lo entiendes?
- Sí. ¿Ana tiene algo que ver en tu decisión?
- Más o menos. Fue ella la que me dijo que tenía que hacerlo. Seguro que me sentiré mejor. Siento lo que te está pasando.
- No te preocupes.

Jordi y yo esperamos a la policía en su despacho. Por suerte, tiene amigos en el cuerpo y eso hace más fácil la tarea de contarles las cosas.
Nos trasladamos a la sala de reuniones, mi nuevo abogado estaba allí para escucharlo todo. Los policías fueron tomando notas. Después le hicieron unas preguntas a Jordi, luego a mi. Por último, uno de ellos, el más viejo me miró y me dijo que intentaría hacer algo, pero que legalmente, si estaba donde creían no se podía hacer nada. Se saldría con la suya.

Todo me salía mal. Cuando por fin veía la luz, cuando por fin creía que todo tendría una solución, los policías me hechan una jarra de agua fría. No podrían hacer mucho si él no volvía y yo estaba segura que eso no estaba en sus planes.

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Pasaron un par de días....
Intenté aclarar mis ideas, mirar como poder pasar el mes con los 2000€ de mi cuenta propia. Pero aunque hacía números no me daba suficiente para todo.

Ana vino a verme con nuevas noticias. La policía había estado revisando todos los papeles y las fotos. La chica en cuestión, era una estafadora de las buenas.

- Y... ¿ahora qué? - no sabía qué decir.
-Pues no lo sé. Uno de los policías me ha dicho que lo mejor es que contrates a alguien para que te lo traigan, o algo así... He estado pensando... ¿Podríamos ir nosotras? A lo mejor podemos intentar conseguir algo. Sé que es difícil.
- No tengo nada que perder. Me gastaré los 2000€ que me quedan en ir a donde se encuentra.
- No te preocupes por el dinero. Yo voy contigo. Verás que susto le vamos a dar!

La dos empezamos a trazar el plan. El último plan. Después de esto, después del viaje, todo se acabaría.

3 comentarios:

  1. ¡¡Hola!!

    Otra vez nos dejas en lo mejor...
    Me ha encantado ;-) Esta Ana es
    increible, una hada madrina sen-
    sacional >.<

    Muy bien escrito Pati. Enhorabuena!

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  2. Amixxxx pasate por mi blog que tienes premio^^ Muakss

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  3. Es alucinante que un marido pueda resultar un completo extraño...se me antoja que va a ser un viaje divertido de las dos.

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